Aunque todo parece indicar que este edificio religioso se proyectó a comienzos del siglo XVI a base de una sola nave con su capilla mayor y crucero, lo cierto es que esta idea sería luego modificada sobre la marcha con el fin de alumbrar una estructura provista de un lenguaje mucho más atractivo. Edificada en sillarejo y sillería de color gris, su tipología responde pues a grandes rasgos a los clásicos modelos “en planta de salón”. El propio emplazamiento de la iglesia, en el mismo corazón de un nutrido barrio, obligó a plantear sendas puertas de acceso a Sur y Norte.